No es una primicia, pero yo me enteré hasta ahora. Una corporación estadounidense de nombre Monsanto presentó en 2005 una docena de solicitudes de patente sobre cerdos convencionales y métodos de cría relacionados con ellos. Las patentes fueron publicadas en febrero de 2005 en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en Ginebra. Se mencionan más de 160 países en los que debían concederse las patentes. La propia OMPI sólo puede recibir solicitudes, pero no otorga patentes, sino que las remite a las oficinas regionales de patentes en EE.UU., Europa o cualquier otro lugar. En este momento, las patentes todavía no han sido concedidas.

Explican quienes saben del tema y están opuestos a este tipo de acciones, que en este caso si bien la mayoría de las patentes se basan en unos procedimientos muy sencillos, las reivindicaciones a que se apira son increíblemente extensas. Sin entender de que hablaban, me quedé pensando…

Quise investigar un poco y he estado leyendo del tema. Para hacer la historia corta en http://www.alt.no-patents-on-seeds.org/ explicaban que una de las patentes hace referencia al diagnóstico genético de cerdos en busca de un gen determinado que se asocia con un crecimiento más rápido. Existe una cierta variación de una secuencia genética que se da de manera natural y que se asocia al aumento de peso y se identificó en primer lugar en ratones y en humanos. Monsanto pretende usar este gen para hacer un barrido en las poblaciones de cerdos y encontrar animales que reunan las condiciones que probablemente harán que aumente la producción de cerdo por tener una mejor absorción y tasa de conversion del alimento. Pero no solo se reclama el método, sino que también la información genética específica que se asocia con el método y los animales en su totalidad son objeto de dicha reivindicación. Esto significa que los cerdos y sus crías así como el uso de la información genética para la cría estarían monopolizados por Monsanto. Si se les concediera la patente tal y como la han solicitado en un principio, ésta cubriría la cría de cerdos casi sin restricciones.

Al menos se sabe que ya Monsanto cedió y a finales de 2006 cambió los terminos de la solicitud de patente europea: en Europa, los cerdos y las secuencias genéticas ya no forman parte la solicitud. Pero sólo en Europa.

Aún no estoy al tanto de cual es la condición de mi país (Venezuela) con estas patentes, pero yo por si acaso quiero ‘Mi cerdito GPL’. Lo primero que se me ocurrió fué buscar una pareja de cerditos salvajes, de monte, y hacerle la secuencia genética, y licenciarla GPL antes que Monsanto se lo vaya a patentar. Y quizás con el apoyo a software libre que el marco jurídico dispone en Venezuela, alguien se animaba a apoyarme y extrapolaba el marco jurídico a esta iniciativa.

Es decir, que la extrapolación del fundamento del movimiento de software libre podría ser la solución!

Así que como sé que no soy genio que invente ruedas, busqué en internet y en efecto hay algunas iniciativas incipientes en este sentido, lideradas por personas que creen que el modelo de software libre puede extrapolarse a otras áreas del conocimiento y la ciencia. Me gustó una presentación sencilla de la organización OurProject, que se plantea iniciativa de trasladar la filosofía del Software Libre a otras materias o ámbitos de la vida.

Se imaginan licencias libres en el campo de las medicinas? O el extremo contrario, como planteó alguien en un foro: si tomo medicinas para la impotencia y éstas tienen patentes tipo ‘monsanto’ y llego a embarazar a mi pareja, los niños son de ‘monsanto’?

El hecho de creer que la filosofía del software libre es y será extendida a otros campos del conocimiento, es la razón de postear este tema en un blog de gvSIG, el cual como proyecto desarrollado sobre una base firme de principios que se enmarcan dentro del movimiento de software libre, que trasnfiere conocimiento y que impulsa y promueve un nuevo modelo de producción, puede generar (y en efecto lo ha hecho en casos específicos) cambios importantes en organizaciones y por consecuencia en las personas que las forman.

A la vez sirva esta nota como un nuevo agradecimiento y una inyección de ánimo a continuar haciendo más cosas, a todos los que desde sus capacidades y medios desarrollan, promueven, impulsan, difunden el software libre y su filosofía.
Una vez escuché decir: “La canción triste no sabe qué corazón rompe”. A veces hacemos cosas y no dimensionamos las consecuencias, que en el caso de software libre son positivas.

Debo confesarme entre los que creemos y esperamos que la filosofía software libre se extrapole a otras áreas. Es que es tan buena que hasta  ha servido para que un ser como yo que hace poco mas de un lustro no sabía que habían licencias diferentes al Copyright ande en busca de ‘Mi cerdito GPL’