Recientemente, han otorgado a gvSIG el primer Premio Nacional de Ciencias Geográficas. Un premio que se suma a la larga lista de premios recibidos y que no hace otra cosa que certificar que, sin lugar a duda, gvSIG es uno de los referentes internacionales en materia de Geomática y Geolocalización.
gvSIG tuvo su origen en 2004 en la Generalitat Valenciana. Bueno, realmente en 2004 fue cuando se liberó la primera versión del software de escritorio. La idea empezó a gestarse a finales de 2002.
Un proyecto que empezó siendo un software de escritorio y que hoy se ha convertido en una Suite que permite la gestión de integral de la información geográfica. Junto al inicial cliente de escritorio está el cliente web y la solución para dispositivos móviles; pero esto último que estoy diciendo ya os lo sabéis muy bien los asiduos de este blog.
Por mi parte, hace ya varios años que no estoy vinculado profesionalmente ni a gvSIG ni a trabajos en el ámbito de la geolocalización. Sin embargo, no ocurre así con la componente emocional. Es imposible desligarme de un proyecto que contribuí a poner en marcha desde sus orígenes y a los que he dedicado tantos años de mi vida.
Gracias a gvSIG he podido participar en numerosos congresos y sesiones de trabajo por diferentes lugares del mundo y de España. O que decir de las jornadas internacionales de gvSIG que se celebran todos los años en Valencia y de las que ya se han realizado 19 convocatorias.
Toda esta actividad me ha regalado el privilegio de conocer a mucha, pero que a mucha gente de todo el mundo. Una amplia red de personas con las que hemos colaborado sobre todo en base a unos principios compartidos.
Y es ahora, en el séptimo párrafo cuando llego a lo que realmente quería comentar. Si es que menudo rollo tengo 😊. Recuerdo que en sus inicios se hablaba mucho de los valores de gvSIG. Los más antiguos posiblemente recordaran eso de “Más, mejor y de una forma más justa” “Un modelo de producción basado en la colaboración y en la solidaridad”, “conocimiento compartido vs especulación con conocimiento adquirido” etc.
En la evolución del proyecto cada vez se ha sido menos explícito con estos principios y se ha focalizado más en las dimensiones técnica y comercial. Algo por otra parte que considero natural. Pero sí recuerdo que esos valores eran parte fundamental del pegamento que fue constituyendo la red de amigos y colaboradores de gvSIG. Desde aquella gente que está más próxima al núcleo hasta aquellos colaboradores más puntuales.
Y es que no tengo ninguna duda que estos valores forman parte del ADN de la familia gvSIG. Esto, que algunos llaman capital humano, es el principal activo del proyecto. De ahí, mi alegría y trasladar mi felicitación al equipo de gvSIG por este éxito, que es uno más de los muchos recibidos y de los muchos por recibir.




Completamente de acuerdo contigo, Gabi. Son, en gran parte, esos valores los que me han acercado al proyecto, y que hacen que siga muy vinculado a él
Sergio, que alegría leerte. Aquí un ejemplo de una de esas personas que he tenido El privilegio de conocer. Un fuerte abrazo, amigo.
El privilegio es mío. Abrazo fuerte