Discurso de aceptación del Premio Nacional de Ciencias Geográficas

Excmo. Sr. Jesús Gómez, Subsecretario de Transportes y Movilidad Sostenible, distinguidas autoridades, señoras y señores

Es para mi un inmenso honor y una profunda satisfacción recibir, en nombre de la Asociación gvSIG, el primer Premio Nacional de Ciencia Geográficas que se otorga en España. Humildemente confesamos que ser los primeros en recibirlo, con la cantidad de personalidades y entidades que lo merecen, todavía acrecienta más la importancia que le damos a este galardón. Por otro lado, nos asegura que escucharan el mejor discurso de aceptación del premio de los habidos hasta la fecha.

Este galardón supone un reconocimiento extraordinario a la trayectoria y dedicación de un colectivo apasionado por la geografía, la tecnología y el conocimiento, entendidos como motores de cambio.

Empecemos por el término que da nombre a este galardón, la geografía. Tim Marshall, en su excelente ensayo «Prisioneros de la Geografía» concluía que si bien la geografía no dicta el desarrollo de todos los acontecimientos, puesto que las grandes ideas y líderes forman parte del tira y afloja de la historia, todos ellos deben actuar dentro de los confines que marca la geografía. El ex-presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, nos decía que la geografía era mucho más que poner nombres en un mapa, que se trataba de entender la realidad. Los que nos han escuchado durante estos años bien saben que en la Asociación gvSIG siempre hemos afirmado que la realidad se manifiesta en el territorio. Todo existe en la medida que está en un lugar y en cómo se relaciona con lo que tiene alrededor. Por tanto, la dimensión geográfica o espacial de las cosas es un atributo fundamental para gestionar la realidad. Lo fue en el pasado, lo será en el futuro y, sin duda, lo es en el presente.

Lo que nos lleva a hablar del segundo concepto que nos apasiona, la tecnología. Con más de dos décadas en el S.XXI todos debemos ser conscientes que la tecnología impregna todo proceso productivo, económico, académico y social hasta el punto de convertirse en una herramienta imprescindible. Sin miedo a equivocarme podría afirmar que en esta sala hay más aparatos tecnológicos que personas. No podemos imaginar esa gestión de la realidad de la que hablábamos sin tecnología. Sabemos que España y la Unión Europea están apostando significativamente por la ciencia, la tecnología y la innovación como pilares fundamentales para su crecimiento y desarrollo sostenible. Por nuestra parte, en la Asociación gvSIG, siempre hemos hablado de la tecnología como un sector estratégico y seguiremos insistiendo mientras sea necesario. Las tecnologías de gestión de información geográfica, englobadas bajo el concepto de geomática, son aquellas que ni más ni menos nos permiten analizar, entender y gestionar el territorio, la geografía.

La geomática se aplica en la gestión de infraestructuras de todo tipo, en sectores como el del medio ambiente, la seguridad, la energía, la movilidad, la educación, la sanidad, la agricultura, el turismo,… es transversal a infinidad de temáticas y aplicable a infinidad de geografías.

Siendo así, deberíamos empezar a ser conscientes de que ser dependientes de un sector estratégico es una debilidad manifiesta. ¿Quién querría que nuestras administraciones, nuestras universidades, nuestras empresas, aquellas que trabajan en y con el territorio, fueran dependientes tecnológicamente? Aquí radica en gran parte la importancia y éxito del proyecto gvSIG, construir y desarrollar tecnologías para gestión de datos espaciales, de su dimensión geográfica, con software libre. Apostando por la soberanía tecnológica mediante el impulso de soluciones que otorgan todos los derechos y libertades a sus usuarios. Que evitan cualquier dependencia ya no de tecnologías, sino de los dueños de estas. No solo eso, la Asociación gvSIG ha impulsado un tejido industrial propio, especializado en geomática, convirtiendo a la Comunidad Valenciana y a España en un centro de referencia a nivel internacional. Hoy día no solo las tecnologías marca gvSIG se utilizan en todo el mundo, hoy día empresas españolas llevan a cabo por todo el planeta algunos de los más grandes proyectos relacionados con los sistemas de información geográfica. Concluyo este apartado reafirmando que apostar por tecnologías propias y libres puede ser, sin duda lo es, una decisión estratégica de primer orden.

Enlazamos con el último concepto que relacionaba con la actividad de la Asociación gvSIG, el conocimiento. Y en este punto quizá valga la pena hacer un recorrido por la historia de nuestra entidad.

No hay que olvidar que si hoy estamos aquí, recogiendo este importantísimo reconocimiento, es porque un día una administración pública, la Generalitat Valenciana, decidió dar el primer paso. El proyecto gvSIG ve la luz en 2004, con una primera versión de un producto de software que hoy forma parte de un completo catálogo de soluciones de geomática. Hoy no solo se habla, sino que se legisla, en España y en Europa, a favor de la reutilización, de compartir, de interoperar entre administraciones y de desarrollar tecnologías propias. En los comienzos de este siglo no era así. La Generalitat Valenciana no solo dio el primer paso, sino que supo compartir los logros con toda la comunidad internacional y dinamizar lo que acabaría siendo la Asociación gvSIG.

Hoy día sigue apostando por el proyecto, utiliza las tecnologías gvSIG en cada vez más áreas, desde agricultura a seguridad vial, desde industria a movilidad sostenible, contribuyendo a su desarrollo y, también, reutilizando todas las mejoras tecnológicas que continuamente se consolidan en el proyecto. Sin ir más lejos, la semana pasada La Agencia de tecnologías del gobierno danés publicó un informe en que ponía como principal caso de éxito del impulso de una tecnología en software libre por una administración pública a la Generalitat Valenciana. Hablaba de gvSIG.

Por tanto, este premio, este galardón, es en gran medida compartido con la Generalitat Valenciana y, en particular, con su Dirección General de Tecnologías de la Información y Comunicación.

A finales de 2009 nació la Asociación gvSIG. Un conjunto de personas, empresas, entidades decidimos escalar el impacto del proyecto. Para garantizar sus sostenibilidad por un lado, para consolidar un tejido industrial incipiente por otro. La premisa puede parecer sencilla, pero no era fácil de implementar. Llevar los valores del software libre a la economía. Desarrollar un nuevo modelo de negocio – un concepto del que tanto se habla – basado en la colaboración, en el conocimiento compartido frente a la especulación con el conocimiento adquirido, en la solidaridad frente a la rivalidad. Por las fechas ya intuirán que nacimos en plena crisis, en momentos complicados, con escasos recursos pero con mucha ilusión. Esos primeros años hicimos nuestro el proverbio inglés de «que ningún mar en calma hizo experto a un marinero». Era preciso soñar y creyendo en nuestros sueños hemos llegado hasta aquí. Pasado este tiempo, no nos olvidamos de seguir soñando.

Hoy, en 2024, la Asociación gvSIG es una entidad reconocida en todo el mundo. La tecnología derivada de un proyecto nacido, no lo olvidemos, en la periferia de Europa se utiliza en más de 160 países. Participamos y colaboramos con los principales foros y organizaciones que promueven las Ciencias Geográficas, el conocimiento abierto y la interoperabilidad. Hemos recibido premios internacionales de entidades como la NASA o la Comisión Europea, que el pasado año reconoció a gvSIG como el proyecto de software libre más importante de Europa. Hemos desarrollado una suite o catálogo de tecnologías libres que permiten abordar cualquier necesidad de gestión de información con dimensión geográfica, para cualquier organización. Colaboramos en proyectos de I+D+i con decenas de universidades, se multiplican las publicaciones científicas que citan el uso de gvSIG. Las redes sociales de gvSIG tienen una influencia notable con miles de seguidores. Y en relación a ese nuevo modelo de negocio del que hablábamos… hemos impulsado la consolidación de empresas españolas y desarrollado proyectos en más de 30 países para entidades de todo tipo, de Naciones Unidas a pequeños ayuntamientos, de grandes empresas privadas del sector de la energía a ONGDs. Somos, en definitiva, un centro de referencia a nivel internacional.

Nuestra historia por tanto pivota alrededor del conocimiento. Desarrollarlo para compartirlo, para reducir asimetrías entre territorios, para generar economía de calidad, para reafirmar a Antonio Machado cuando decía que «en cuestiones de cultura y saber, solo se pierde lo que se guarda; solo se gana lo que se da».

Quiero recordar una anécdota que refleja bien esta frase. Un ejemplo de esos otros valores, no cuantificables, que ocurren alrededor del modelo de conocimiento, desarrollo y negocio que impulsamos en la Asociación gvSIG.

En un evento organizado por Itaipú Binacional en Foz do Iguaçu, en Brasil, se nos invitó a dar cursos de formación tanto al personal de la central hidroeléctrica como, de manera abierta, a aquellos universitarios que quisieran asistir. En el primer curso de formación, un alumno y una alumna que se situaban en primera fila, preguntaron al formador (en este caso, era yo) si podía ponerles en contacto con los organizadores del evento para preguntar por un hospedaje económico. Entonces me contaron su historia…

En la Universidad de Asunción, Paraguay, donde ellos cursaban estudios, los alumnos en su conjunto habían solicitado al profesorado que les dieran formación en gvSIG, ya que consideraban que era una apuesta de futuro para el país el contar con ingenieros formados en tecnologías de software libre, con las ventajas que ello tiene. El profesorado, conocedor solo de productos no libres, se negó. Entre todos los estudiantes se decidió hacer una colecta que permitiera a uno y a una de ellos hacer el largo viaje a Foz do Iguaçu, formarse y así, al regresar, poder replicar la formación para todo el alumnado. Hoy día varios de esos alumnos tienen puestos de responsabilidad en el país.

Si hemos llegado hasta aquí es porque hay mucha gente que piensa que puede haber otros enfoques, otras maneras de hacer las cosas. Por eso, para acabar quiero agradecer a todas las personas que estuvieron, están o estarán en el proyecto gvSIG, trabajadores, entidades, comunidades… y muy especialmente a los compañeros y compañeras por su esfuerzo y compromiso, siempre se han puesto al servicio del proyecto y nunca han puesto el proyecto a su servicio. Nuestro futuro estará llenos de mapas, estándares, algoritmos y líneas de código, pero sobre todo de personas trabajando por un objetivo común. Muchas gracias.

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About Alvaro

General Manager of gvSIG Association
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